Además de ser la ciudad más importante de la región de Champaña-Ardenas, Reims resguarda gran parte de la historia de Francia.
Basta pasear por sus calles para encontrar edificaciones que cuentan sucesos importantes como son la antigua abadía de Saint-Remi, el palacio del Tau y la catedral de Notre-Dame, tesoros que la UNESCO ha incluido en su lista de Patrimonio de la Humanidad.
Precisamente en la catedral de Notre-Dame, es donde se encuentra el Ángel Sonriente (L’Ange au Sourire), el símbolo de Reims. Este templo católico está clasificado como una joya de la arquitectura gótica, y una de las grandes muestras de la Edad Media; Notre-Dame de Reims, fue construida en el siglo XIII con la fachada más bella del reino de Francia, digna para ser escenario de las coronaciones de los monarcas franceses, hasta el año 1825 con el rey Carlos X.
Una de las historias que se cuentan es que aquí acompañó Juana de Arco a Carlos VII para su coronación, y por supuesto la narración del Ángel Sonriente.
Además de su belleza, la catedral de Notre-Dame se distingue por su estatuaria, ya que tiene más de dos mil esculturas cubriendo su superficie, y porque es la única en tener ángeles con las alas extendidas, como el Ángel Sonriente que representa al Arcángel San Gabriel, del grupo de la Visitación en el portal izquierdo de la fachada principal.
Aunque este ángel no es el único que sonríe, ha sobresalido de los demás por algo que le ocurrió durante la Primera Guerra Mundial, cuando los alemanes se disponen a tomar Francia iniciando con una de sus principales ciudades: Reims.
Reims es bombardeada durante días afectando gran parte de sus construcciones, entre ellas su catedral que se ve envuelta en llamas. El incendio hace que se desplomen varios trozos de la parte alta, y uno de ellos cae sobre el ángel cortándole la cabeza y rompiéndola en pedazos.
Un día después del bombardeo, el abad Thinot los recoge y los guarda, hasta que el arquitecto Max Sainsaulieu los encuentra en 1915, convirtiendo su imagen en un símbolo del patrimonio destruido por la guerra.
Años después, la escultura del Ángel Sonriente es restaurada y colocada en su lugar original, en donde da la bienvenida a más de un millón y medio de visitantes que viajan de todas partes del mundo, para ver esta magnífica catedral gótica de más de 800 años de existencia.
¿Cómo llegar a Reims?
A 129 kilómetros al este de París, se puede llegar cómodamente a Reims viajando por tren en tan sólo una hora aproximada de camino.