México es maravilloso, todas sus poblaciones siguen sorprendiendo con sus riquezas culturales, su historia y costumbres; pero hay lugares que han sabido preservar todo el encanto de antaño logrando que se aprecie mejor el sabor de la provincia mexicana: sus pueblos.
Difícilmente podríamos hablar de cada uno de éstos. No importa si tienen o no reconocimiento, todos tienen magia y belleza, pero en este mes de septiembre elegimos a cinco poblaciones de Jalisco que ostentan la distinción de “Pueblo Mágico” por la Secretaría de Turismo.
MAZAMITLA
Dentro de la Sierra del Tigre, el clima y ambiente boscoso de Mazamitla confunden a los que la visitan por primera vez, no esperan encontrar en Jalisco algo parecido a un panorama suizo; cabañas de madera y olor a pino, aderezados con actividades de ecoturismo en sus alrededores como la cascada El Pedregal, el cerro del Chacal y los bosques de Los Cazos, la convierten en un lugar diverso y encantador.
Aunque la naturaleza es un gran atractivo, hay que admirar el centro del pueblo que mantiene la típica arquitectura del sureste de Jalisco, y asistir a las fiestas tradicionales que se llevan a cabo a lo largo del año. Las más importantes son las celebraciones del aniversario de la fundación de Mazamitla, las fiestas de San Cristóbal dedicadas al Santo Patrono y el Festival de las Flores.
TAPALPA
«Lugar de Tierra de Color», es el significado de su nombre que proviene del náhuatl. Muy cerca de Guadalajara, Tapalpa se ha convertido en el lugar ideal para practicar vuelo en parapente, descubrir su bosque en cuatrimoto, ciclismo de montaña o hacer excursiones hacia Las Piedrotas y el Salto del Nogal, la cascada más alta de Jalisco.
Además de disfrutar de la tranquilidad y paisaje de su bosque en una de sus cabañas, el pueblo de Tapalpa tiene mucho por mostrar en el Antiguo Templo de San Antonio, la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, la Casa de la Cultura de Tapalpa y el Jardín Escultórico. También destaca en gastronomía con su borrego al pastor y el ponche de granada.
TEQUILA
Este municipio ha traspasado fronteras y es el más reconocido en el mundo porque le da su nombre a la bebida mexicana por excelencia: el tequila.
Todos los visitantes acuden a conocer sus campos de agave y el proceso de fabricación del destilado, recorren sus antiguas haciendas y se deleitan de la gastronomía mexicana en sus restaurantes.
Hay quienes descubren la pacífica vida de sus habitantes en el mercado, la zona de los lavaderos y esperan en el atrio de la parroquia de Santiago Apóstol a que den las nueve de la noche, hora en que sale un sacerdote y da la bendición sonando tres campanadas, y todo el pueblo suspende lo que está haciendo para recibirla con fervor.
LAGOS DE MORENO
En el año 2012 fue declarado Pueblo Mágico de Jalisco, pero también tiene el orgullo de que su puente del río Lagos y el centro histórico sean Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
Este municipio de la zona de los Altos de Jalisco, tiene edificios que son verdaderas joyas arquitectónicas, como la Parroquia de la Asunción, la Presidencia Municipal, el ex convento conocido como Rinconada de Capuchinas, la Residencia del Conde Raúl y el Templo de la Merced.
La visita por las calles del centro histórico, merece que sea caminada sin prisas para que vea con detenimiento cada edificación y sienta la calidez de su gente, que en muchas ocasiones se ofrecen a platicarle historias de las casonas.
SAN SEBASTIÁN DEL OESTE
Casi escondido en la parte superior de la Sierra Madre Occidental, este pequeño pueblo tiene muchas historias por contar. Recorrer sus angostas calles empedradas y admirar sus casas de adobe y techos de teja, es transportarse al tiempo en que fue fundado (1605).
Sus fincas cuentan de un pasado glorioso como pueblo minero de la época colonial. Basta pasear por su plaza y portales, hasta llegar a la Hacienda Jalisco. Pasar por el Puente de la Pareja y el Puente Curvo y detenerse en las ruinas de La Máquina y los templos de San Sebastián Mártir y el de los Reyes.
San Sebastián del Oeste está rodeado de vegetación, riachuelos y una tranquilidad que en pocos lugares se podrá encontrar.
La magia de los pueblos de México es incomparable, cada uno tiene sorpresas por descubrir e historias por contar. Celebrar a México es conocerlo, y qué mejor que visitar estos tesoros para disfrutar su esencia.