Seguramente cuando sale de vacaciones cambian sus horarios y sus hábitos, pero esto no es pretexto para que descuide su alimentación en esta temporada, recuerde que su organismo no toma vacaciones y reaccionará de acuerdo con lo que coma. Con estos simples consejos, le será más fácil mantener su régimen.
1. Agua, agua. La hidratación es esencial para nuestro organismo y más si se trata de climas calurosos. Beba mucha agua natural, evite los refrescos y agua con mucha azúcar. Su piel se lo agradecerá.
2. Bebidas. El alcohol puede deshidratarnos en gran medida, especialmente en climas cálidos. Un truco que siempre resulta, es beber un vaso con agua después de un coctel, así se mantendrá hidratado y no subirá de peso.
3. Moderación. Claro que las vacaciones son el mejor tiempo para consentirse… Pero no se pase. No se trata de comerse todo el buffet, ni probar todos los postres, tampoco se deje seducir por la comida extravagante y ricas en grasas y bajos nutrientes.
4. Piense en verde. Ordene una ensalada antes de su comida principal, pero tenga mucho cuidado con los ingredientes y sobre todo con los aderezos, hay algunos que tienen alto contenido en grasas.
5. Siempre desayune. La primera comida del día es fundamental, pero eso no quiere decir que sea abundante. Puede comer pequeñas porciones de plátano, manzana, yogurt y algo de proteína, que son suficiente para empezar con energía. Elija una fruta, en vez de un jugo.
6. Comida chatarra. No hace daño comerla de vez en cuando, pero no caiga en la tentación de ingerirla a diario.
7. Los antojos. Lleve consigo barritas de cereal o alguna fruta, son prácticas y le quitarán esa sensación de querer comer algo.