Por Luz Elena Cruz
Si quieres conocer mejor un lugar, entonces visita sus museos. Estos te darán información exacta y algunas veces casi desconocida de la zona donde te encuentras, además de exponer una serie de objetos de algún aspecto de su entorno y de los acontecimientos históricos por los que han pasado, realmente te sorprenderás.
Aunque es difícil describir a todos los museos y decidir cuáles son los más importantes, en esta ocasión elegimos recintos representativos de los estados de Chihuahua, Baja California Sur, Sonora y Nuevo León.
MUSEO DE LAS CULTURAS DEL NORTE EN PAQUIMÉ, CHIHUAHUA
En el municipio de Casas Grandes se encuentra Paquimé, una zona arqueológica muy diferente a las que se conocen en México. Parece ser que en la época de esplendor de la Cultura Casas Grandes vivieron en esta zona alrededor de tres mil habitantes desarrollando una cultura excepcional, evidente en la construcción de sus casas con tierra y en su ensamble arquitectónico.
A un costado de la zona arqueológica se encuentra el Museo de las Culturas del Norte, el cual alberga una colección de más de 800 piezas que nos muestra la rica historia de Paquimé a través de cerámica, en especial vasijas antropomorfas y zoomorfas, collares y textiles, así como de sitios arqueológicos de la región conformada por el Norte de México y el Suroeste de los Estados Unidos.
De diseño contemporáneo, el inmueble se integra al entorno desértico del lugar con sus formas, colores y texturas. El proyecto arquitectónico de Mario Shetjnan y José Luis Pérez fue ganador del Premio Internacional de Críticos en la Bienal de Arquitectura en Buenos Aires, Argentina en 1992.
MUSEO DE LAS MISIONES JESUÍTICAS, EN LORETO BCS
En 1967 se fundó la primera misión jesuita en las Californias en esta tierra que hoy conocemos como Loreto en Baja California Sur. Con el paso del tiempo, este inmueble paso a manos de los franciscanos y después de los dominicos.
El Museo de las Misiones Jesuíticas se creó en el edificio anexo a esta misión donde alguna vez se utilizó como almacén, comisaría, escuela y hasta prisión. Fue hasta 1973 que se remodeló para que funcionara como museo con el fin de dar a conocer la historia de las misiones.
Conservando su fachada original y con seis salas para exposición, el lugar muestra alrededor de 300 piezas, que nos llevan a conocer el proceso de la evangelización en la península, los grupos que habitaban a la llegada de los españoles y la fundación de Loreto. En su acervo podemos ver vestigios arqueológicos, arte religioso, armas antiguas, así como artesanía popular de la región. Destaca un Catecismo histórico impreso en 1681 y un Cristo de madera estofada recostado en un sarcófago labrado del siglo XVIII.
MUSEO COSTUMBRISTA DE SONORA, EN ÁLAMOS
Si hablamos de ciudades que le han dado un aporte histórico a un estado, nos debemos referir a Álamos, actualmente Pueblo Mágico de Sonora. Su importancia empezó cuando se descubrió una veta de plata al pie de la Sierra de Álamos y su consecuente desarrollo como una de las poblaciones más ricas del noroeste del país.
Fue durante esta época de apogeo en que se construyeron edificios de estilo barroco español y el indígena, los cuales le han dado ese ambiente colonial que tanto atrae. Algunas de estas casonas se han convertido en hoteles y a otras les han dado diferentes usos como el Museo Costumbrista de Sonora, ubicado frente a la Plaza de Armas.
Las tradiciones y costumbres de la población de Álamos y regiones vecinas se exponen en once salas con una colección de fotografías antiguas, mobiliario, calesas y artefactos industriales, que hablan mucho de un brillante pasado minero.
Mención especial son las salas dedicadas a Alfonso Ortíz Tirado, médico y cantante nacido en Álamos, que muestran objetos personales, así como fotografías de la ciudad y de la reserva ecológica de la Sierra.
MUSEO REGIONAL DE NUEVO LEÓN, EL OBISPADO, EN MONTERREY
En la moderna ciudad de Monterrey destaca a lo alto del cerro del Obispado un edificio de estilo barroco de siglo XVIII, uno de los pocos con estas características que se conserva en el estado de Nuevo León.
Durante el virreinato, fray Rafael José Verger pidió construir una casa que sirviera de reposo y oración en Monterrey al que se le llamó Palacio de Nuestra Señora de Guadalupe, pero después de la Independencia fue usado como fortaleza militar durante la Intervención Norteamericana, la Francesa y la Revolución Mexicana.
Después de una etapa no muy afortunada en que estuvo casi en ruinas, fue restaurado y se convirtió en el primer museo regional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el norte de México.
Actualmente el Museo Regional de Nuevo León tiene una interesante museografía con diez salas que presentan el pasado regional y la historia de Nuevo León desde los asentamientos de la prehistoria, hasta el comienzo y desarrollo de la industria que caracteriza a este estado. Cuenta con una colección de arte sacro, pinturas y objetos del virreinato, armas y trajes militares de caudillos y políticos importantes del estado.