Por Luz Elena Cruz
Han pasado más de doscientos años desde que fue descubierta la zona arqueológica de Palenque en Chiapas y aún sigue asombrando. Casi por casualidad fue vista entre la espesa vegetación por unos indígenas de la región que llevaron la noticia a su sacerdote, poco después fue explorada por los españoles y se le llamó Palenque, tomando el nombre de la población vecina Santo Domingo de Palenque.
Aunque Palenque fue una de las ciudades más poderosas del Clásico Maya junto con Tikal y Calakmul, ya había sido abandonada para cuando llegó Hernán Cortés a esas tierras. Se dice que el conquistador pasó a unos cuantos kilómetros de la zona y ni él ni sus acompañantes se dieron cuenta de su existencia por la espesa jungla que la cubria. También se ha dicho que los elementos decorativos tienen una clara influencia China, que en sus grabados se representaban las diez tribus perdidas de Israel y hasta se determinó que era una ciudad Egipcia.
En la actualidad se siguen haciendo exploraciones y se han aclarado algunos enigmas, aunque todavía queda mucho por decir ante un lugar que no se acaba de descubrir. Palenque deslumbra por su arquitectura con imágenes talladas en piedra caliza, edificios con fachadas inclinadas en la parte superior, inscripciones jeroglíficas, la tumba con los restos de Pakal II o K’inich Janahb’ Pakal II y la Reina Roja.
PALENQUE ES ENORME
Desde cualquier punto de vista realmente es enorme y podrías pasar más tiempo de lo que piensas explorándolo; además de su tamaño, es uno de esos lugares que a medida que lo vas conociendo, es casi imposible irse sin recorrerlo todo.
El primer templo que verán al entrar es el Templo de la Calavera, llamado así porque se encontró un bajo relieve de estuco, que representa al dios de la muerte con unos aretes simbólicos. Junto a este, tenemos el Templo XIII, donde se encontró la cámara funeraria de la Reina Roja, uno de los grandes descubrimientos de los últimos años.
El Templo de las Inscripciones es el más grande y quizás el más enigmático. Aquí fue donde se descubrió la tumba del gran rey maya, Pakal II en las profundidades del edificio y el texto jeroglífico maya más largo y legible en existencia.
Palenque también tiene unas vistas impresionantes que los harán detenerse algunos minutos, las mejores se encuentran alrededor del Palacio, el complejo de edificios más grande de la zona, con plataformas, escaleras, corredores interconectados, galerías subterráneas y la distintiva torre de tres cuerpos.
A un lado del Palacio tenemos al río Otulúm, que en un tiempo se cubrió para formar un acueducto; después de cruzarlo, se llega al reconstruido Conjunto de las Cruces integrado por el Templo de la Cruz Foliada, el Templo del Sol y el Templo de la Cruz. Este conjunto fue levantado en honor a Chan Bahlum II en su ascenso al trono después de la muerte de rey Pakal.
Aunque el recorrido es largo, falta por conocer el Templo del Conde, el Templo del Jaguar y un área interesante donde están los restos de lo que fueron las casas de los nobles y algunos pequeños templos.
Si quieren tener más información y apreciar algunas de las piezas rescatadas, les gustará visitar el Museo de Sitio Alberto Ruz Lhuillier, el descubridor de la Tumba de Pakal II. La Zona Arqueológica de Palenque es Parque Nacional y Patrimonio de la Humanidad, un orgullo mexicano.