Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, así se le conoce a esta maravilla de la naturaleza, uno de esos lugares que te deja marca, que es único, auténtico y muy especial y que después de visitarlo siempre lo guardarás junto con tus mejores recuerdos de viaje.
Este fantástico destino está situado en la región de Lika, un paraje donde se alternan lagos, cascadas y manantiales de espectacular belleza, declarado Parque Nacional en 1949, y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1979. El parque tiene una superficie cercana a las 30,000 hectáreas cubiertas de verdes parajes y de lagos, pero solo podremos visitar el centro del parque, que son 8 km² de un valle poblado de bosques, donde la hidrografía ha conformado un paisaje formado por 16 lagos de diferente altitud comunicados por 92 cataratas y cascadas grandes, medianas, pequeñas y muy pequeñas, algunas diminutas y todas ellas las podemos recorrer a través de estrechos senderos y pequeños puentes de madera. La idea es caminar tranquilos, sin prisas, escuchando los peculiares y armoniosos sonidos que hace el agua al caer desde tan diferentes alturas.
La vegetación del parque se compone en un 90% de hayas y la visita se realiza caminando, aunque los lagos más grandes son recorridos por silenciosas barcas desde donde podemos apreciar las tranquilas aguas a tal grado cristalinas que es muy difícil a simple vista determinar la profundidad de estos que parecieran enormes espejos donde se refleja el intenso verdor de los bosques que los rodean. Este parque, digno de un cuento de hadas despierta gran interés entre los turistas por los acontecimientos que tienen lugar allí, como por ejemplo, las super románticas bodas que se celebran al pie de las cataratas.
El parque de Plitvice es también hogar de una enorme variedad de especies animales y aves. La fauna rara, como el oso pardo europeo, el lobo, el águila, el búho, el lince, el gato montés y el urogallo se encuentran aquí, junto con muchas especies más comunes. Al menos 126 especies de aves han sido registradas allí, de los cuales 70 se han registrado como cría propia en el parque.
Por todas estas maravillas este lugar fue candidato a ser una de las siete maravillas naturales del mundo en el 2011, y no me extraña porque de verdad es un lugar fascinante¡¡¡
Normalmente Plitvice se visita de paso cuando viajamos entre Zagreb, la capital de Croacia y Zadar (un día les platicaré también de Zadar), en las costas del mar Adriático, pero si podemos quedarnos una noche, yo recomiendo mucho dormir en el acogedor hotel “Ethno Houses Plitvica Selo” y comer platos típicos de la región en el popular restaurante “Lakes Petar”, eso sí, sin esperar grandes lujos y teniendo en cuenta que lo que vamos a gozar en Plitvice es un lugar único y encantador donde la naturaleza ha sido por demás generosa.
Plitvice ?eka vas iznenaditi¡¡¡