Por Luz Elena Cruz
Amor y paz para nuestros semejantes. Los mismos sentimientos nos unen, pero en cuanto a tradiciones siempre hay diferencias. La cena de Nochebuena dice mucho del país que habitamos y de nuestra historia; recordar lo que en algún tiempo ocurrió con un sentido más interno que externo, sobre todo para los hogares cristianos que celebran el nacimiento de Jesús.
En México heredamos la tradición de cenar pavo en Nochebuena de España, aunque los aztecas ya comían el guajolote durante el solsticio de invierno en una fiesta llamada Panketzaliztli, que celebraba la victoria de Huitzilopochtli sobre la diosa de la luna.
Cuando llegaron los españoles, los jesuítas llevaron el guajolote a España y allá lo llamaron gallina de indias o pavo. En la época de la colonia, los evangelizadores jesuítas celebraron la primera cena de Nochebuena en México por el nacimiento del Niño Jesús e incorporaron el pavo entre los platillos principales, pero el hecho de comer el pavo o guajolote en esta temporada, ya lo hacían los aztecas.
Actualmente ya es tradición servir platillos como tamales, bacalao, pierna de cerdo, romeritos, buñuelos y un arómatico y caliente ponche de frutas, bebida que no puede faltar en las mesas mexicanas.
En cuanto a Brasil, el pavo asado acompañado de frutas tropicales tiene una posición importante en la cena de Nochebuena, junto con el arroz de Natal el cual lleva entre sus ingredientes ni más ni menos que champaña o vino blanco espumoso, frutos secos y una buena cantidad de almendras y nueces. Infaltable es la rabanada, un pan tipo baguete rebanado y frito con leche, huevo y canela, que sólo se prepara para estas fechas, porque dicen que si se cocina en otros días el sabor es diferente.
En las tierras nevadas de Finlandia la comida navideña es muy esperada y los guisos constituyen el plato caliente de la celebración. Éstos suelen prepararse con días de anticipación porque dicen que recalentados saben mejor, como es el caso del guiso de colinabo que va cocinado con especias, nata, huevo y una cobertura de pan molido y mantequilla que al hornearse le proporciona una costra crujiente y apetitosa. No falta el salmón fresco en salazón, jamón asado, galletas de jengibre y para el frío lo mejor es la clásica Glögg de Navidad, una bebida hecha con varios vinos, especias y cáscaras de naranja entre otros ingredientes.
En la época navideña lo que es dulce prolifera por todo el mundo. En Italia se encuentra el panettone, mientras que en España abundan los turrones y mazapanes. En Puerto Rico se acostumbra el tembleque de coco y en Canadá los barley candies.
La cena y la tradición son importantes, pero nada supera la luz en nuestros corazones. Disfruten estas fechas con la mejor compañía y sus platillos preferidos.